lunes, septiembre 24, 2007

De investigación de mercado

En una demostración empírica podemos asegurar que la calidad académica que un estudiante universitario presenta en el transcurso de un tiempo X conlleva una relación inversamente proporcional a la cantidad de sexo que está teniendo en ese mismo momento.
Es un “even” a lo Seinfeld*, las cosas se igualan: cuando te va mal en algo, en alguna otra cosa te va mejor y así vas compensando.
Creo que, hasta esta altura de la vida y de la carrera, no hace falta decir cual es mi preferencia entre estas dos posibilidades, aunque no siempre se cumpla.



*Jerry: [to Elaine] See... I have two friends. You were up, he was down. Now he's up and you're down. See how it all evens out for me?

jueves, septiembre 20, 2007

Viggo corazón

En otra noche de rebeldía laboral, donde no me importa dormir poco y sufrir las consecuencias por la mañana, terminamos entreteniéndonos con la oferta ilimitada de la web. En el caso del día de la fecha, hasta hemos mandado nuestros datos para participar del sorteo de las dos plateas por domingo que tiene Viggo Mortensen en San Lorenzo y comparte con la comunidad cuervística.

Sí, así pierdo mi tiempo (ah, pero si me dicen algo siempre estoy muy ocupada).

lunes, septiembre 17, 2007

X's

Tras un lógico razonamiento que se filtra en la pachorra de un domingo apático, me encuentro con una matemática muy simple que me arroja que a mayor cantidad de parejas que tenemos, mayor es la cantidad de ex que marcamos en nuestra listita personal. Y, que bueno que estamos en una ciudad tan grande, pero siempre está la chance de encontrarlos por ahí. La manera en que los conocimos nos dan una pauta de cómo va a ser la relación after that, pero realmente no podemos dejarnos llevar por eso cuando comenzamos, es decir, ¿dejaría de salir con el mejor amigo de mi hermano solo por pensar que si nos separamos lo voy a seguir viendo o al menos escuchar su nombre cada tanto?
La manera en que terminemos la relación también da la pauta de cómo nos vamos a comportar en el posible encuentro, en mi caso fue siempre muy leymurphiana, donde cuando encuentro un ex estoy despeinada, cansada y con mi peor ropa. Además, debo confesar que tengo un pequeño problemita paranoico: cada vez que entro a un lugar con mucha gente me fijo si hay alguien que me conoce, y no precisamente para sociabilizar, es un reflejo. Si voy por la calle y veo a un “conocido” lo primero que pienso es en ignorarlo, dos segundos después lo pienso y hasta tal vez lo busco para saludarlo, aunque lo más probable es que siga mi camino con cara de estoy muy concentrada y no te vi. Lamentablemente esta modalidad de comportamiento no coincide con mi superada etapa de break up maduro donde lo mejor es siempre terminar las cosas bien y dejarlas abiertas para un futuro “uno nunca sabe” y terminemos esto lo mejor posible “por lo que fue”, donde me encuentro con un terrible error: si termino bien una relación lo más probable es que el contacto no se corte por completo ya que “está todo bien”. Y, por supuesto, te terminas metiendo la madurez en el culo, porque por más que tratemos de reprimir todo ápice sentimental, la sangre fluye y, henos aquí, con la confusión, dudas, melancolía y hasta por qué no reincidencia sexual, que nos hacen querer mandar a todos (los ex) al carajo y preguntarnos donde estaba ese artículo tan interesante que hablaba de las arañas que comen la cabeza de su pareja una vez que finalizan el coito.

miércoles, septiembre 12, 2007

Cucu

Estoy sobre analizando la compra de un radio despertador. Sería ideal ya que, no sólo tendría un reloj en la mesita de luz, sino que podría despertarme escuchando a la negra Vernaci, en vez de amanecer con la tele puesta en algún programa informativo que me diga temperatura, estado del transito y quien ganó el partido de ayer.
Sin embargo, pensar en un radio despertador me remite directamente a una década que aborrezco: los 80’s. El rechazo que le tengo a esos años donde se abuso de las hombreras, la permanente y la batería eléctrica, me reprime de ir a alguna relojería o lugar de chucherías buscando este artefacto.
Imagino que en el 85 serían un gran éxito, pero ahora? Se siguen comercializando? No habrá algún aparatejo más tecnológico que lo suplante y, además tenga millones de otras utilidades sigloveintiunescas?
Mientras todo índica que debería animarme a realizar la compra (suponiendo que un radio despertador no es caro), el factor clave que detiene la adquisición del mismo es la conexión mental directa que hago involuntariamente con la escena de “Volver al Futuro 1”, donde Marty que se quedó dormido con la ropa puesta y está babeando en su almohada, despierta de un sobresalto cuando su radio despertar se enciende a las 07.50. Puros 80’s chorreando in my face.

jueves, septiembre 06, 2007

It's a world wide suicide

Desde la primera vez que te cuentan la Cenicienta o Blancanieves, da igual, una planifica a que edad se va a casar, cuantos hijos va a tener y cuales van a ser sus nombres. Hasta que crecés (un poquito) y miras a tus viejos, tus hermanos, a todo el puto mundo, te mirás al espejo, vas conociendo pequeños bastarditos que nacieron de sorpresa. Para el hombre es fácil, el hombre es Mr. Big: 50 años y con una mujer de 20 menos. Quién quiere hijos si podes tener amantes de esa edad. Y claro, que cada vez somos más parecidas a ellos y viceversa, pero hay cosas ineludibles, como esa necesidad biologica/natural que todos dicen que el sexo femenino tiene y por eso, si ves a una mina de 40, pensás que lo único que quiere es un hijo. Y es tan así? Es tan así de natural? Tan así de “ups, tengo más de 30, permiso, a ver algún hombre con buen esperma que me de un hijo”? Tengo que esperar que se cumpla el cuento (aunque en versión tercermundista siglo XXI)?
Yo no tengo ningún título, no tengo cruces ni banderas, ni siquiera hice una investigación de mercado, pero en este mundo donde nos regimos por un contrato social, donde estamos siempre acatando reglas, reprimiendo nuestros instintos para encajar, por qué la necesidad es biológica y no social? Por qué uno llega a una edad queriéndose ir a vivir solo, queriendo tener un auto, y por qué no queriendo tener un hijo?
Claro que el bebé no es una cosa, es una responsabilidad espaciotemporal enorme y frágil (este lado arriba), pero no voy a eso. Cayendo un poco en las manos asesinas del marketing moderno, puedo parafrasear a Maslow y su pirámide, donde explicaba que el ser humano tiene un rango de necesidades y, al ir satisfaciéndolas, se les van generando otras y así. El cuarto peldaño, si la memoria no me falla, es la de la realización personal. Primero las básicas: comida, abrigo, bla. Después seguridad: alarma, prepaga, afjp. Siguen las sociales: tomar, comer, reír, salir. Y después vienen éstas, más egocéntricas, narcisistas, no sé, pero existen y sí, son razones sociales, es que vivimos en una sociedad, y salvo que hagas la gran Malinowski, vas a seguir haciéndolo y no sólo te vas a querer comprar la última ropa de moda, te vas a calentar con la trola de turno o vas a querer hacer facha con el auto, vas a querer tener un hijo. Mañana, en un año, en diez, me juego una fichita. Y no estoy segura que sea un instinto que me vaya a nacer de adentro. Cínicamente me inclino a pensar que deep inside, ahí entre las telarañas del inconsciente, tenemos hijos porque siempre nos dijeron que es lo que tenemos que hacer, lo cual le gana por knock out a la fantasía de llegar a los 80 solos, viejos y ga-gá.

martes, septiembre 04, 2007

Honra sin par para el grande entre los grandes

Soy una antinacionalista devenida en defensora de figuras patrias que, aunque muertas, tienen sus derechos.
Y gracias a que hace 4 años empecé un proceso que me ha ido convirtiendo en una asalariada cada vez más cansada y explotada (y ya hace 2 en mi actual empresa), siento la necesidad de expresar toda mi bronca, impotencia y angustia por comenzar el mes de la primavera sin el puto feriado que se merece Sarmiento.
O no es uno de los próceres de la patria? O no fue el que trajo a las maestras yanquis en el barquito, hizo la red de cloacas, fue presidente y tenía las fechas de nacimiento y muerte más fáciles de recordar (1811-1888)? O no tienen Belgrano, San Martín, las Malvinas y hasta el 24 de marzo su día de conmemoración?
Cerdos capitalistas! dejen contenta a la prole! Sepan que nuestra gris felicidad reside en poder dormir el próximo lunes 10/09 hasta el mediodía.