Desde la primera vez que te cuentan
la Cenicienta o Blancanieves, da igual, una planifica a que edad se va a casar, cuantos hijos va a tener y cuales van a ser sus nombres. Hasta que crecés (un poquito) y miras a tus viejos, tus hermanos, a todo el puto mundo, te mirás al espejo, vas conociendo pequeños bastarditos que nacieron de sorpresa. Para el hombre es fácil, el hombre es Mr. Big: 50 años y con una mujer de 20 menos. Quién quiere hijos si podes tener amantes de esa edad. Y claro, que cada vez somos más parecidas a ellos y viceversa, pero hay cosas ineludibles, como esa necesidad biologica/natural que todos dicen que el sexo femenino tiene y por eso, si ves a una mina de 40, pensás que lo único que quiere es un hijo. Y es tan así? Es tan así de natural? Tan así de “ups, tengo más de 30, permiso, a ver algún hombre con buen esperma que me de un hijo”? Tengo que esperar que se cumpla el cuento (aunque en versión tercermundista siglo XXI)?
Yo no tengo ningún título, no tengo cruces ni banderas, ni siquiera hice una investigación de mercado, pero en este mundo donde nos regimos por un contrato social, donde estamos siempre acatando reglas, reprimiendo nuestros instintos para encajar, por qué la necesidad es biológica y no social? Por qué uno llega a una edad queriéndose ir a vivir solo, queriendo tener un auto, y por qué no queriendo tener un hijo?
Claro que el bebé no es una cosa, es una responsabilidad
espaciotemporal enorme y frágil (este lado arriba), pero no voy a eso. Cayendo un poco en las manos asesinas del marketing moderno, puedo parafrasear a Maslow y su pirámide, donde explicaba que el ser humano tiene un rango de necesidades y, al ir satisfaciéndolas, se les van generando otras y así. El cuarto peldaño, si la memoria no me falla, es la de la realización personal. Primero las básicas: comida, abrigo, bla. Después seguridad: alarma, prepaga, afjp. Siguen las sociales: tomar, comer, reír, salir. Y después vienen éstas, más egocéntricas, narcisistas, no sé, pero existen y sí, son razones sociales, es que vivimos en una sociedad, y salvo que hagas la gran Malinowski, vas a seguir haciéndolo y no sólo te vas a querer comprar la última ropa de moda, te vas a calentar con la trola de turno o vas a querer hacer facha con el auto, vas a querer tener un hijo. Mañana, en un año, en diez, me juego una fichita. Y no estoy segura que sea un instinto que me vaya a nacer de adentro. Cínicamente
me inclino a pensar que deep inside, ahí entre las telarañas del inconsciente, tenemos hijos porque siempre nos dijeron que es lo que tenemos que hacer, lo cual le gana por knock out a la fantasía de llegar a los 80
solos, viejos y ga-gá.