De ahorro e inflación
Los almuerzos en la oficina sirven para hablar de cosas banales y totalmente superficiales con los compañeros de trabajo. Del humo (tema de moda), del forro del jefe, de fútbol, de política (reducida a algún comentario chato sobre Cristina o algo de pseudo zurdos), etc. Por supuesto en época de inflación se habla de plata, de soñados aumentos o de cuanto gastamos al ir al super (ver tres posts más abajo para ejemplo). Hace unos días, los sociólogos de la oficina (los científicos que experimentan con la sociedad), nos incitaron a probar algo: no salir un fin de semana al mes. De esta manera podemos programar nuestras salidas en los tres restantes y destinar uno para el ocio total en la cama, tal vez una peli bajada de internet y como mucho delivery de pizza. Podemos ahorrar no gastando y destinar esa plata para los taxis y tragos cada vez más caros en esta ciudad.
Me siento la abanderada de esta empresa y no voy a parar de promoverla, por eso los invito a probarlo. Una herramienta más para combatir la inflación.
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Etiquetas: Observaciones de la vida cotidiana (o no)