Me paro frente a un kiosco de diario y me doy cuenta que no me siento interpelada por ningún medio gráfico. Puedo leer varias revistas y darios pero no encuentro ninguno que realmente me entusiasme o me enganche. Me gustaría, así como puedo hacer con un libro, tirarme en la cama a leer una revista, pero no cualquiera sino
mi revista, o
la revista del mes, ponele. Sin embargo lo que sucede es que hay ciertas publicaciones que me entretienen pero poco y nada y en ciertos momentos particualres que paso a relatar.
* Baño: en casa acostumbramos a llevar una revista si es que vamos a hacer lo-segundo, entre mis preferencias bañisticas se encuentran esas revistas que tienen muchas fotos con títulos y copetes coloridos y grandes, así paso rápido las hojas y me entero de cosas super importantes. Hay dos categorías, están las más chic como Caras, Gente y Noticias (ésta última aunque se la da de revista de periodismo serio, no es más que una revista de espectáculos con alguna que otra nota "seria"), las de menor calidad, bah, las que tienen más minas en bolas, tipo Paparazzi y Pronto y el Diario Clarín del fin de semana.
* Para pensar: están aquellas revistas a las que hay que prestarles atención y las notas no son para pasar de alto, esas con las cuales nos damos cuenta que los hijos de puta son más hijos de puta de lo que pensabamos. Desafortunadamente el grado de densidad que tienen estas revistas me terminan pudriendo y si las compran en casa termino hojeandoles y como mucho leyendo la editorial y alguna de las notas de tapa. En esta sección podemos nombrar a Revista XXIII, 3 Puntos (nunca la leí pero se me ocurre que iría acá) y Página 12.
* Interactivas: revistas que tienen test y esas basuras que uno puede hacer cuando se está muy aburrida, cuando más absurdo el test, más posibilidades que nos saque una sonrisa. Cosmopolitan encabeza está sección, obviamente.
Lamentablemente en mi panorama gráfico no hay mucho más, probablemente sea porque no conozco todas las ediciones que salen, es verdad, pero salvo revista Barcelona (y hasta ahí) no hay nada que me cope mucho, es una pena.
No me doy por vencida, sigo pasando por los kioscos de diario y sin detenerme, así de refilón, mis ojos buscan rápido alguna publicación desconocida que me haga pensar de inmediato que esa es la revista para mí.