Volver con la frente marchita
La cosa es que, al regresar de las vacaciones, no sólo empezás a sentir esa pegoteante humedad que te estaba esperando tras la General Paz, sino que, todas tus inquietudes, inseguridades y quilombos vuelven a aparecer. Y esa ilusión vacacionil de que nada-nos-puede-pasar y everything is gonna be alright inmediatamente desaparece, dejándonos desnudos frente a la peste bubónica mental que nos impregna Buenos Aires y toda su psicosis enferma.
Me pregunto como pudo ser que un lugar así haya crecido tanto como para albergar a millones y millones de personas que deciden quedarse, vivir, trabajar, reproducirse y morir acá. Habiendo tanta paz tan cerca.
Volver física pero no mentalmente es jodido, esperamos la transición total en cualquier momento. Gracias.
Me pregunto como pudo ser que un lugar así haya crecido tanto como para albergar a millones y millones de personas que deciden quedarse, vivir, trabajar, reproducirse y morir acá. Habiendo tanta paz tan cerca.
Volver física pero no mentalmente es jodido, esperamos la transición total en cualquier momento. Gracias.
Etiquetas: Observaciones de la vida cotidiana (o no)
1 Comments:
Hola nena, suelo entrar a tu blog y leer algunas cosas q escribis, bueno, quizas te pueda interesar escuchar un programa de radio de Daniel Martinez "Buenas Compañías", comienza a las 12 de la noche en radio del plata AM, esta muy bueno, a mi me ayudo muchisimo, estilo terapia es, esucha si queres y despues me contas, todos los dias sale al aire menos fines de semana
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