0,80 por favor
Todos sabemos cuan odioso es tener que viajar en subte/bondi en hora pico. No hace falta (pero lo voy a hacer) que mencione la aventura que comprende viajar apretado, no poder respirar, un-pasito-más-para-atrás, la puta! me están apoyando, en la próxima me bajo y no veo forma de llegar hasta la puerta, etc. Lamentablemente la mayoría de los oficinistas viven (vivimos) este sacrificio inhumano de lunes a viernes. En particular, recomendaría a los empleadores cambiar de lugar de trabajo o brindar algún tipo de transporte privado, porque, honestamente, el viaje al trabajo es un determinante exclusivísimo del humor que se mantendrá durante el resto del día, y por consiguiente la motivación y productividad de esa misma jornada. Que el subte tarde 6 minutos en vez de 3, que esté cortada una calle y el colectivo se desvíe o que se haya quedado un auto en la barrera y se retrase el tren, pueden transformar caóticamente el resto del día.
Sin embargo, siempre cabe la posibilidad de que la cosa no sea tan así y que al menos una vez cada tanto el viaje cambie, a veces encontramos asiento, otras agarramos el bondi justo cuando se iba. A mí, las veces que más-más me gusta viajar en un minúsculo lugar atiborrada de gente es cuando me doy cuenta que de esa manera aumenta la posibilidad de encontrar a un chico lindo que me enamore por 20 minutos. Por lo general, tiene esa camperita con la bandera alemana, esta leyendo un libro aunque este parado y le caen los pelos sobre la cara, yo estoy con cara de exhausta y probablemente haciendo una mueca de manera inconsciente, él me mira y se sonríe, y así estamos hasta que uno de los dos se baja. Si es suficientemente caballero, se pasará de su estación para ver a donde bajo yo, o al menos es lo que me gusta pensar.
Sin embargo, siempre cabe la posibilidad de que la cosa no sea tan así y que al menos una vez cada tanto el viaje cambie, a veces encontramos asiento, otras agarramos el bondi justo cuando se iba. A mí, las veces que más-más me gusta viajar en un minúsculo lugar atiborrada de gente es cuando me doy cuenta que de esa manera aumenta la posibilidad de encontrar a un chico lindo que me enamore por 20 minutos. Por lo general, tiene esa camperita con la bandera alemana, esta leyendo un libro aunque este parado y le caen los pelos sobre la cara, yo estoy con cara de exhausta y probablemente haciendo una mueca de manera inconsciente, él me mira y se sonríe, y así estamos hasta que uno de los dos se baja. Si es suficientemente caballero, se pasará de su estación para ver a donde bajo yo, o al menos es lo que me gusta pensar.
6 Comments:
No se por que, pero en la parada del 41 en Congreso y Estomba, siempre hay mujeres lindas.
yo trabajo a 12 cuadras de casa...
en fin.. tu amado es nazi (¿?)
Pasarse de estación para ver dónde baja una chica del colectivo no me parece caballerosidad... ¿Por qué?
Es más, hasta me parece una boludez...
ok ok asumo q tampoco tenes la camperita q me gusta
no sé a quién le hablás, pero no.
hace mucho tenía una parecida, pero sin la banderita...
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