Estamos tan concentrados en sobrevivir día a día que no nos damos cuenta del paso del tiempo. Cada tanto asomamos la cabeza y vemos que nos van sucediendo esos hechos ordinarios o extraordinarios que son parte de la vida.Así es cómo ya llegamos a junio, cómo termina el cuatrimestre, cómo falta poco para cobrar el aguinaldo, cómo me creció el pelo, cómo fue hace tanto que me fui de vacaciones, cómo ya pasó mi cumple, el de mi hermano y el de mi viejo también, cómo él se fue de viaje, cómo ahorré tanto. Y cómo pasó el tiempo con la amarga sensación de que estoy viviendo en piloto automático, y me pregunto si esa es la manera que tengo de poder soportar la vorágine de este mundo (cruel o no).